martes, 1 de septiembre de 2009




Veterina




Ayer, -después de la hora del almuerzo-, me mataron aquí, antes de coger la carretera,-la que sube bordeando la ultima montaña justo antes de llegar al mar-. Me acuerdo que cruzamos un río casi seco que olía fuerte.

Ya casi llegamos, les recomiendo el tintico de acá -nos dijo el conductor-, mientras el ayudante se secaba el sudor de la frente con un trapo rojo y movía unas cajas de cartón que taponaban la salida del bus para que la gente saliera.

Entre la sombra de un árbol de mangos sin mangos y el frente de un rancho de bareque, la gente estira las piernas para aguantar lo que queda de camino; -entre ellos-, una señora sentada en extremo con un vestido azul escotado casi hasta el ombligo me sonríe; Le hace una trenza a una niña que mira hacia el piso los caminos de hormigas que se meten por debajo del rancho. En la misma banca, casi a dos metros, un viejo se levanta despacio y saca un gallo de pelea que lleva dentro de un maletín rojo para darle un poco de agua en un cuenco de plástico. Huele a leña verde recién cortada.

El vapor de una hoya de tinto espeso y caliente sale como neblina mientras cuatro personas esperamos sentados en unos bancos alargados de madera. Dos niños descalzos y sin camisa se pelean por un teléfono de juguete mientras un perro con la cola partida en dos les ladra. Han pasado casi treinta minutos y sigo con los oídos tapados. La gente mira de reojo, creo que buscan al conductor . Yo miro a los niños, el ombligo salido del mas bajo, es casi tan grande como su dedo chiquito del pie. Me siento mareado, no soporto los viajes largos por carretera destapada.

En la banca de a lado, donde yo estoy sentado, un hombre con nariz grande y ojos hundidos se limpia con saliva sus enormes tenis blancos sin despegar los ojos de la carretera como si esperara a alguien, Parece un chamizo, sus brazos son largos y delgados, Juraría que es de mi pueblo,-Armenia mantequilla-, allí hay toda una familia con esos rasgos. Chamizo apenas se mueve, se ve que el calor le pega duro. Ya llevamos casi una hora al lado de este rancho.

Una ráfaga de viento nos tira el humo blanco del fogón en los ojos y el gallo salta. La señora con el vestido azul se levanta sin dejar de mirar el pelo negro azabache de la niña y yo me meto en el rancho buscando a la señora, No entiendo porque la gente se esta yendo monte adentro. Ahora el cielo esta casi pegado a los platanales. El sol se esta yendo y llegan las nubes.

Algunos comienzan a bajar equipajes de la parte de arriba del bus, mientras unos se descalzan, otros se pierden por caminos monte adentro con apenas una bolsa de plástico. Ahora quedamos pocos.

-Seño un aguardiente, Usted sabe que huele tan fuerte?.

-ah debe ser la gasolina,

-gasolina?, hombe a mi me huele como a remedio seño!

-No, es el ayudante que debe estar chupándole al tanque.

-Le esta sacando gasolina?

-Si, es que èl ahí veces se viene cargado pa` vender un poquito por el camino.

- Por acá le compramos siempre.

- seño usted sabe algo del conductor.

-No tranquilo que èl no demora; le provoca algo para comer?, tengo tamales recién hechos.

-hombe si esto se demora mucho si le encargo uno, por ahora deme un aguardiente doble

-Doña y el baño?

- esta acá atrás.

Mientras buscaba el baño, cambie de idea y decidí ir a dar una vuelta corta.

Mezclar el aguardiente y las cervezas que tenia en la cabeza con la humedad del plátano antes que empezara a llover. Las gotas golpeaban las hojas de plátano mientras un motor se escuchaba como a 300 metros del rancho. Respiraba ese aire espeso y por momentos me acordaba de las noches lluviosas en las que me envolvía con Tania en una hamaca hasta oír en la mañana la algarabía de los micos; También, -como ejercicio para la memoria y no olvidarme de las cosas que tenía que comprar en el puerto antes de embarcarme, repetía como la novena del día de la santa cruz: Dos inyecciones de cortisona, dos frascos de Menticol, 5 caperuzas para la Coleman y tres botellas de Habana club”. Estaba seguro que no me dejarían tocar tierra-, sino exhibía desde la panga por lo menos una botella de ron.

Caminando despacio, perdiéndome sin irme lejos, ya con muchas ganas de orinar como a 50 metros del rancho, me fui metiendo en el primer caminito, bajando -antes del puente-, todavía no veía el río pero ya lo empezaba a oír; De momento veo pasar por el puente rápidamente a un hombre en bicicleta con dos bidones de gasolina a los dos costados. Oigo un estruendo, me mira y acelera. Yo lo miro y regreso mi mirada a los platanales que no se terminan, que se van casi hasta el mar y comienzo a oír mucho más fuerte y mejor. Lo oigo todo, el río, el motor, la lluvia, el viento, oigo la hamaca, la fricción de sus piernas con las mías, mi corazón, los micos, los pájaros y me da sed de jugo de tomate árbol y calor de planeta rica y frió del Neusa y no paro de oler ese Puto olor. Estoy seguro que es Veterina pura, la que saca los gusanos. La que sana. Ahora el río me lleva.

sábado, 25 de julio de 2009

Animales en reposo.



ahora pastan juntos

a unos cuantos metros del río

el sol los saluda

se quedan quietos

cerca uno del otro

se miran

reposan

cuestión de tiempo.

viernes, 29 de mayo de 2009

la suerte de perdedor




domador



Metal que se calienta al final del día
Espectador
Cebo
azote
la agilidad congela el miedo
la piel transpira ordenes
èl y ella
la algarabía del silencio

juro no volver
soñó la sangre
el filo que atraviesa
las cadenas se templan
las mandíbulas se abren
ordenes
maniobras

ahora le da la espalda
con los brazos heridos
se burla de la traición
cuestión de tiempo
telón abajo
ofrendas de piel servidas

Ahora afuera
herido por el sueño
Al lado
espectáculo y publico
nunca participa
pasa de largo
estar vivo
la suerte de perdedor.



primavera

primavera

después del frio
el primer sonido
delgado, suave
desgarra el hielo
dulce
cubre la tierra con pieles de queso
ofrendas para que ardan frente al rey

rumores de otra parte flotan
aires de gamuza
cuerpos livianos abriéndose
miles
invasiones en la piel que sonrojan
sin ninguna vergüenza


cierro los ojos
miro hacia adentro
con el silencio del mar
muy quieto
ahora recibo
pudor de súbdito
malicia de lacayo

por momentos persigo sombras
se que esto es pasajero
entonces afilo mis uñas en piedras de río
con los ojos entreabiertos
espero tu cuerpo
desgarro tu miel
bebo tu agua
vuelvo a cubrirme
el rey tirano se acerca
nos queda poco
llega el sol.

sábado, 25 de abril de 2009

muerte en la carretera


Animal


Cuando estaba solo
Sentado, en silencio
El animal daba vueltas
Cuando estaba adentro
encerrado
las nubes me cubrían del sol que incinera


ahora el viento me corta
sangra mi pasado
savia que sale
he de ser río
para que beba el animal
he de ser carne
para que viva el animal.



Muerte en la carretera.


Ha pasado solo dos autos desde que oí el crujido
la leña de sus cuerpos se hace recuerdo
cruzo la calle
un estruendo
lluvia que lava pecados
carretera de tiempo
camino de recuerdos
dos facturas y una lista de la compra
la ultima vez que los vi iban muy cerca el uno del otro
un zumbido
moscas contra el parabrisas


Delirios


cierro los ojos
apreto por un tiempo mi boca
espero un momento
shhhhh. …….
1,2,3
diluyo mis secretos en la pólvora de un calada
deletreo explosiones en pequeños susurros
son secretos que todos conocen
y me voy lejos sin irme
y me veo mirándolo todo
arriba
con la fe del cazador
persigo civilizaciones en las noches frías
hasta acabarme toda la munición
no tardo mucho
pero regreso perdido
regreso a donde nunca había estado
llego allí , solo
condenado
contando los días remiendo mi cuerpo
me preparo para la peor de las batallas
me preparo para el gran estruendo
el que forja el duro cristal del placer
ya esta!.


Intinerario.


Ya estoy listo para ir a ese lugar
donde nacen los ríos de sangre
Sonrio a las hienas
empuño mi lanza
la muerte se acerca
oraciones y miedo
los himnos tensan mi piel
adentro el cuerpo se parte
abrazo una hoguera
Cierro los ojos
Vuelo.




Sentencia.


Cuando los meses iban encima del elefante
Flotaba en el calor de su cuerpo
Me hundia en su rio
Le robaba a la muerte algunos segundos
explotaba como un cobarde
Pero el tiempo me vendio al mejor postor
Ahora sere siempre el mismo
Una oracion que se repite
Un cadáver que no se pudre
una guerra que nunca acaba.



Ayuno.


Estomago vacio
Boca pastosa
Manos temblorosas
Aguja de tiempo
Cierro la boca de una puta vez!
Pasan los minutos
Siglos me atraviezan
Camino sagrado
Cabeza gaseosa
Tan liviana como el eter que flota en tu aliento
Alucino tu sangre
Me pinto de guerra
Perdido en las entrañas
Busco tu rio.


Noticia


Recorre las calles con las sangre en sus manos
Un país sin cabeza
Un hombre sin conciencia
Desnudo
persigue el fantasma de Murillo
huye
cubre tu crisma
el tiempo del agua se ha ido.


Pánico escénico


Ayer perseguía mi futuro
enloquecido
la angustia del torero
luces destellantes
triunfos pírricos
batallas arregladas
mi cuerpo al descubierto
Presa del buitre

Ahora burlo mi muerte
Escapar?
Nunca
Ahora estoy solo

Adentro me pierdo
Adentro me encuentro
Tragando mi sangre
Escupiendo la arena.


Recorrido.


Conservar la calma
Llega la tempestad
Mantener la mirada firme
la bestia esta cerca
serás el jinete que cabalga sobre su lomo
viaje húmedo y oloroso
vete a donde quieras
donde nacen los ríos
estalla en el abismo
en roció de catarata
serás el aire que quita la sed
el agua que disuelve pesadillas
espera
no despiertes tan pronto!.


Dibujo.


Línea sinuosa
Trayecto de grafito
Muéstrame el camino
Junto a lo pasado
Me encuentro lo que viene
No hay lugar
Solo tiempo
Sonido constante
Colores en mis ojos
Ni arriba
ni abajo
Ni antes ni después
ahora.


Lugar


Volver a pensar en lo mismo, justo al subir al metro
Cuando todo gira sobre su eje
Una lógica perdida, por descubrir

Ahora su cabeza péndula en el pasado
oye sus pasos
……Ya se fue
Sonido en diferido

Las luces atraviesan túneles
Estaciones
3minutos 42segundos
Justo

Su sitio en la mesa
Su taza de café
coltrane
Sigue el ritmo con sus pies
Viaja

atraviesa con su pupila todas la cabezas
los muros
los avisos
para llegar justo a tiempo.
para regresar de donde nunca había salido
èl